Respuesta a: Magia y Presentación – Henning Nelms

28 noviembre, 2016 a las 6:45 pm #2374
Pablo Mateo FernándezPablo Mateo Fernández
Superadministrador

Creo que ambos de forma dispar intentan llegar a la misma conclusión.
Es obvio que haciendo cosas distintas, vas a obtener resultados diferentes. Aunque el objetivo, la meta o el efecto en este caso sea el mismo, importa más el camino que el destino. Creo que Nelms quiere hacer referencia a conectar con el público a un nivel sentimental. De cualquier índole. Defiende que el juego, el acto, debe provocar una reacción emocional en el espectador para que este sea memorable. Y es ahí donde radica el “darle sentido”. Hacer que sea atractivo para el espectador, que atraiga su atención. David Regal simplemente expone que sus observaciones dan como válida dicha premisa.

No sé si soy yo que puede que esté últimamente un poco irascible (duermo poco), pero todo lo que leo últimamente de magia no deja de ser un compendio de obviedades. Que está bien recordar de vez en cuando, pero que no dejan de ser más que evidencias sobre las cuales no alcanzan conclusión. Devaneos absurdos que parecen premeditados para rellenar hueco en un libro.

Tampoco sé si es deferencia profesional, pero viniendo del mundo de la creatividad publicitaria, mucho nos centramos también en atraer la atención del público, así que me fijo en esas cosas. En cierta medida ambas disciplinas están relacionadas en este aspecto. En un anuncio tienes 30 segundos para destacar y llamar la atención sobre un público que se enfrenta a bombardeos constantes de otros que tratan de hacer lo mismo. Cuando veo a muchos magos, veo que utilizan (consciente o inconscientemente) muchas de las técnicas que se usan en creatividad (publicitaria). Y lo curioso es que los que más me gustan o atraen, comparten muchas características con anuncios que me gustan o atraen. Y los que creo que fallan vilmente, es justamente por no aplicarlas o hacerlo mal.

Saliendo de mi discurso previo, por tanto, voy a enlazar “tener sentido” al hecho de que el juego “comunique algo”. Basándome en ello, creo que tanto Nelms como David Regal lo que dicen es que es necesario que el juego (o el mago) comunique algo (y cuanto mejor, mejor). Lo cual aparte de ser una obviedad, me parece que me están tomando por tonto. ¿En serio? ¿De verdad? Nunca jamás lo habría imaginado… (Ironía Off)

Que me digan cómo comunicar, qué comunicar, qué hace que algo atraiga la atención, como atraer al público, cómo provocarles algo.
Pero que no me vengan diciendo que si sale el sol, es de día.
Y esto es lo que me desquicia de estos textos.

Establecer una premisa, por ejemplo. Es una forma de hacerlo. Pero ello no implica que sea buena. Intentando responder a tus preguntas, creo que sí se pueden establecer premisas de forma no verbal (mira cualquier buen número musical). ¿Se pueden plantear juegos en los que esto no se haga? Esa es más complicada. Probablemente podamos extraer una premisa de todos. Pero en muchos, estará implícita por lo que no hay que sacarla a relucir (los aros chinos, por ejemplo). ¿Es suficiente la premisa? Creo que no. Necesita muchas otras cosas. Y si la premisa es un reto, difiero en parte. Si digo “voy a pasar esta moneda de una mano a otra”. El reto será mío, no del espectador. Si acaso, el espectador verá como un reto descubrir cómo lo hemos hecho, lo que nos lleva a lo que ya he comentado en comentarios anteriores.

Sigo pensando en que además el “puzzle” es lo que potencia la magia y lo que la puede de verdad hacer memorable. Esto ya lo hemos hablado. El famoso “qué gracioso era el mago” pero nadie recuerda ni un sólo juego que hiciera. Sin embargo, cuando escuchas hablar a gente después de una actuación de magia, suelen hablar de aquello que más les ha impresionado. “Y cuando ha hecho eso” “y cuando ha hecho aparecer una paloma”… Les impresiona el no comprender.

Pensar en René Lavand. Era un maestro en comunicar mediante narración. Pero elimina la magia. Elimina el asombro de su ecuación. ¿Recordaríamos alguna de sus historias? ¿Recordaríamos al Cumanés? ¿Y a su sombra y su amiga la luna? Yo creo que no.