Respuesta a: Magia y Presentación – Henning Nelms

24 noviembre, 2016 a las 5:12 pm #2355
Pablo Mateo FernándezPablo Mateo Fernández
Superadministrador

Has tocado un tema que me gusta y que sin duda tendría para un largo debate.
Desde mi humilde opinión, decir que un truco de magia debe (por narices) tener sentido, es como decir que el arte debe tener utilidad.
Un sinsentido (nunca mejor dicho), principalmente porque uno mismo no es quien determina qué es o no es mágico.
Y no confundir mis palabras. La magia puede poseer un sentido. Digo que no supone obligatoriedad.

Si haces aparecer un bocadillo en mi bolsillo, eso es magia. Aquí y en el confín más inhóspito del universo. Y en caso de no serlo debemos sin demora redefinir la palabra magia, que a lo mejor es esto lo que nos obtusa.
El asombro es una consecuencia de la acción. Y si lo que uno desea es maximizar el asombro, que tenga clara la diferencia entre ambos conceptos.
Un efecto mágico puede hacer uso de innumerables variables. Sentido, estructura dramática, orden cronológico…
Todos unidos en armonía y sincronía pueden dar lugar a un maravilloso efecto mágico.
Pero puedes encontrar bazofias innombrables que los poseen todos. Hecho por el cual, considero que la inexistencia de alguno o muchos de esos parámetros no son motivo suficiente como para denegar el calificativo magia.

En la magia como en multitud de ámbitos, existen modas y tendencias. El arte, el cine, la literatura… Antes era brillante e incluso necesario que una obra artística fuese tremendamente realista. Eso no hace que el impresionismo, el cubismo el pop art o el arte moderno dejen de ser arte, o pintura si acaso. Es una cuestión de modas y criterios que bambolean según la tendencia del momento. Y la magia también tiene modas a las que algunos se aferran como una verdad indisoluble.

Si la magia requiriese de sentido (y por ende de significado), cortar una persona por la mitad para volverla a unir sin daño aparente, es el mayor absurdo que uno pueda ver con sus ojos. No debería impresionar a nadie. No sería “magia”. Que alguien me diga el sentido de eso. Puedes enmascararlo, poner una historia detrás, buscar una justificación y hacer como Copperfield y que sea un viaje en el tiempo lo que te recomponga. Pero no provoca que sea más mágico. Puede reforzar otros sentidos y sentimientos. Puede afianzar el recuerdo, puede dar emotividad al hecho. Pero no lo hace más mágico.

Muchas veces a los magos se les parece olvidar que la palabra magia es ambigua y poco acertada. Realmente lo que hacen es ilusionismo. Y en el párrafo que mentas, me parece tremendamente desacertada la comparación. No hacemos magia en el sentido literal, que no se nos olvide. Generamos la ilusión de que la hacemos. El espectador lo percibe como magia porque no encuentra explicación a lo que ve. Así que la única conclusión posible es que sea magia. Y es eso lo que provoca esa ilusión. Lo que ven, no tiene sentido en sus cabezas.
Dadle sentido a la magia, y morirá.