Para mí es un libro de imprescindible lectura para todos los apasionados por la magia. No es para principiantes; es para los que tienen driterio propio sobre qué juegos estudiar y presentar y cómo perfeccionarte. Su lectura es tan deliciosa como cuando coincidimos en opinión (sobre una película, un libro, una persona…) con alguien que nos acompaña. Lo que dice Leveridge es algo que piensas que qué bueno es y que coincides en ese pensamiento, incluso que también lo habías pensado (aunque real y normalmente todavía no lo habíamos pensado).
Hay unos párrafos al final del libro, a propósito de un artículo e Kirk Charles, en los que debate sobre si nuestro trabajo es hacer que los espectadores se lo pasen bien y que si lo que ellos quieren es charlar, debemos dedicar un tiempo a mantener una conversación.
Esta idea que yo comparto y que llevo a cabo en mis actuaciones de sobremesa, no me parece apropiada para un mago de cóctel, pero sí la suscribo en cuanto a la necesaria empatía social del mago.
Los párrafos dedicados a cómo mantener la atención de un grupo me parecen interesantísimos.
Bueno. Creo que si vamos a usar el foro como herramienta complementaria para exponer nuestras opiniones sobre el libro, lo mejor será hacerlo en pequeñas dosis, dando entrada a los demás interesados.
